7 de Agosto 2008
Día 2. Here comes the Sun!
En el día de hoy tuve la grata sorpresa de despertarme y encontrar un sol espectacular! Un día para estar sin mucho abrigo lo cual es cómodo para trabajar.
Por la mañana recorrimos algunos mercados y al mediodía fuimos al restaurante Rincón Patagónico, donde nos vimos "forzados" a comer un buen cordero patagónico. Pero no todo fue tan simple, tuve un terrible accidente con un chorizo el cual me baño por completo. Me lleve un par de medallas en el chaleco. Hay cosas mas graves en la vida!
Con respecto al vino no hizo falta mirar la carta, me acerque a la parrilla y mire fijo al cordero y me dijo, MERLOT RESERVA!!! Me vi obligado a hacerle caso. Y no se equivocó.
Suele ser un maridaje en el cual uno se lleva un buen recuerdo porque se potencia tanto el vino como la comida. Queda muy sabroso. El vino si o si para mi tiene que tener una buena crianza en barrica. En este caso, paso 12 meses por roble francés y americano. Para que muestre carácter, buen volumen en boca, complejidad en nariz. Estructura.
Por la tarde, fuimos a realizar una capacitación en la "Parrilla de Julián". Gente muy cálida y amable. Algo que note es que en temporada los restaurantes no paran de trabajar nunca. Uno va a las 4 de la tarde y tiene 5 o 6 mesas con gente almorzando. Según me comentaba el dueño, suelen trabajar de corrido del mediodía hasta la 1 de la mañana. Al terminar la capacitación fuimos a tomar algo en la planta baja en donde armaron un espacio para shows de tango y una cava de vinos que mantiene de forma natural la temperatura, cerca de los 15 grados. Una muy buena propuesta para el turista.
Ya por la noche, tuve el placer de conocer un personaje de Bariloche y de los vinos en la zona. Se
llama Diego Freixas, dueño de una vinoteca que lleva su nombre. Realizamos una degustación de 4 vinos. Espumante, Reserva Malbec 04, Gran Reserva 05 y Special Blend 04.
Fue un público muy divertido con el cual terminamos hablando de todo menos de vinos! La charla se extendio hasta las 0hs!
Ahora estoy de vuelta en la hostería, como la noche anterior no hay nadie en el comedor. Me acomodo en el sillón, estiro las piernas y me pongo a mirar el fuego mientras disfruto un cigarro. Les dejo una foto de la vista que tengo.
Saludos!
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