Este martes tuve la posibilidad, gracias a Santiago e Inés, dueños de Casa Coupage, de
asistir a una degustación de chocolates dictada por Carlos Stutman, chocolatier formado con maestros belgas que ha trabajado para las mas reconocidas marcas argentinas. Tengo que admitir que me quede sorprendido por lo interesante del proceso de elaboración y con qué facilidad lo explicó.
Luego pasamos a la cata. Existe una técnica para degustar chocolates en la que a diferencia del vino participan los 5 sentidos.
Vista: Color uniforme, buen brillo que no se vean zonas blanquecinas (Mal conservación), ver si tiene burbujas o rayaduras. El color varia de marron oscuro hasta tonalidades rojizas.
Oído: Se tiene que escuchar un sonido al quebrar la tableta.
Tacto: Se busca analizar la granulosidad, textura. No se tiene que pegar a la lengua o paladar.
Olfato: en este caso es similar al vino, porque se buscan aromas primarios, típicos del cacao y aromas secundarios, derivados del proceso de elaboración. Otra forma de ver los aromas, es rompiendo la tableta y metiendola en la boca, expulsando el aire por la nariz.
Gusto: para poder apreciarlo de forma correcta, tenemos que aprisionar el chocolate con la lengua sobre el paladar. Este se ira calentando y empieza a fundirse para llenar bien toda la boca. Hay que buscar la dulzura, acidez, amargor y el tiempo de fundido.
Una vez metidos en la cata, teníamos 2 vinos para degustar.
Semillón Tardío del Fin del Mundo y un vino encabezado estilo oporto.
Lo que se ve en la foto es Cacao en Polvo y diferentes bombones. Unos rellenos de frambuesa (Espectaculares!). Esos anduvieron muy bien con el vino encabezado.
Después el que mejor maridó con el Tardío fue el bombom relleno de avellanas, el vino tiene aromas a frutas secas y una acidez que barre bien con la untuosidad que genera el chocolate en boca.
El tercero fue el mas difícil de maridar, era una trufa cubierta con te verde y especias con un relleno de crema de leche y chocolate blanco. Exótico.
Completamos la cata con unos chocolates rellenos de dulce de leche.
Tengo que admitir que fue una experiencia distinta y me llevó a la conclusión de que se puede comer chocolate con vino, pero hay que tener cuidado. Sobre todo, hay que tener en cuenta qué estilo de vino se va a tomar. Ninguno de los que probé los acompañaría con un vino tinto tranquilo.
Saludos y hasta la próxima!!
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